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Cuando llega la factura de la luz, muchos nos encontramos con un montón de conceptos y números que a veces no sabemos cómo interpretar. Sin embargo, entender qué estamos pagando en nuestra factura eléctrica es esencial para poder optimizar el consumo y, por supuesto, evitar sorpresas a fin de mes.
La factura de la luz en España se divide en cinco conceptos principales, que explicaremos a continuación:
Término de Potencia:
Este es el coste fijo que pagas por la potencia contratada. Es decir, por la cantidad de electricidad que puedes consumir al mismo tiempo en tu hogar o negocio. Este valor no depende del consumo, sino de los kilovatios (kW) que hayas contratado. Cuanto más alta sea la potencia, mayor será este coste. Si optas por una tarifa con discriminación horaria, puede haber dos precios distintos: uno para las horas punta y otro para las horas valle.
Término de Energía:
Este es el coste variable que depende de la cantidad de electricidad que hayas consumido. El precio se calcula multiplicando los kWh consumidos por el precio del kWh establecido para ese periodo, que varía según las horas del día. A día de hoy, existen tres tramos horarios: punta, llano y valle, donde los precios son más bajos en las horas valle.
Impuesto Especial sobre la Electricidad:
Este es un impuesto que aplica el Gobierno a todos los consumidores, independientemente del consumo, y está destinado a financiar parte de la energía eléctrica.
Alquiler del equipo de medida (contador):
El alquiler del contador de electricidad también tiene un coste, que se calcula multiplicando el número de días del periodo de facturación por el precio del alquiler.
IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido):
Se aplica sobre el total de la factura, y generalmente es del 21%, aunque en algunas circunstancias puede reducirse temporalmente (como ocurrió con el 10% debido a los altos precios de la energía).
Además de los conceptos mencionados, es importante que sepas cómo leer la factura de manera más detallada. A continuación, te contamos los apartados más importantes:
Identificación de la comercializadora:
Es fundamental saber qué empresa te está facturando. La factura debe incluir el logotipo y la información fiscal de la comercializadora, y podrás identificar si perteneces al mercado libre o regulado dependiendo del nombre de la compañía.
Resumen de la factura:
La mayoría de las facturas incluyen un resumen con el importe total, los conceptos facturados y los impuestos aplicados. Es útil para una visión rápida del coste total.
Datos del cliente y consumo eléctrico:
En la factura deberás encontrar detalles como tu nombre o razón social y el consumo eléctrico. Además, es común que se incluya un gráfico con el consumo total, medio y comparativo de los últimos meses, lo que te ayudará a analizar cómo estás usando la electricidad.
Factura detallada:
Aquí se desglosan los costos asociados al término de potencia y al consumo de energía. Si tienes una tarifa con discriminación horaria, verás el desglose por tramos (punta, llano y valle). Además, si tienes derecho a un bono social o si dispones de paneles solares, estos conceptos aparecerán reflejados en la factura.
Código QR para comparar tarifas:
Desde el 31 de agosto de 2021, todas las facturas incluyen un código QR que te lleva al comparador oficial de tarifas de la CNMC. Si tienes una potencia contratada inferior a 15 kW, puedes usar este código para conocer las mejores ofertas disponibles en el mercado.
Si estás buscando maneras de ahorrar en tu factura de electricidad, aquí te dejamos algunos consejos útiles:
Entender bien los términos de tu factura no solo te ayudará a saber qué estás pagando, sino que también te permitirá tomar decisiones más informadas para reducir tu consumo y ahorrar. ¡No dejes que la factura de la luz te sorprenda cada mes!
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